Zarangollo: el revuelto de calabacín típico de Murcia
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Zarangollo: el revuelto de calabacín típico de Murcia

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Murcia, España
Para 4 personas

¿Quieres adentrarte en la gastronomía murciana? ¿Y qué te parecería una recetica sencilla, saludable y con pocos ingredientes? Pues te traemos un plato directamente desde la huerta del Segura: ¡el zarangollo! Y te aseguramos que su sabor no te dejará indiferente, como tampoco lo hará su llamativo nombre proveniente del panocho (el dialecto del murciano hablado antiguamente en la Huerta de Murcia y comarcas limítrofes).

Es básicamente un revuelto de huevo, calabacín y cebolla. ¡Así de simple! Pero, sin duda, una de las claves del zarangollo está en usar ingredientes de primerísima calidad y, si es posible, con calabacines y cebollas recién recogidos de la huerta. Y el otro elemento esencial es una "miaja" (palabra del panocho también) de paciencia para que las verduras se hagan a fuego lento y el zarangollo consiga así su increíble sabor. ¡Relájate y disfruta del auténtico aroma de la huerta mientras se cocina!

El zarangollo forma parte del patrimonio de la huerta murciana (¡y con razón!). Es ideal como entrante o aperitivo acompañado de unas rebanadas de pan tostado. Aunque también es perfecto para una cena ligera o incluso como guarnición de carnes y pescados. ¡Murcia, qué hermosa eres!

Ingredientes

  • Calabacín
    3 unidades (1 kg), de tamaño mediano
  • Cebolla dulce
    2 unidades, cortadas en juliana, se puede sustituir por 3 cebolletas sin la parte verde
  • Huevo
    4 unidades
  • Aceite de oliva virgen extra
    5 cucharadas (75 ml)
  • Sal
    1.5 cucharaditas (7.5 ml)
  • Pimienta negraOpcional
    0.5 pizcas (0.5 ml), recién molida con el molinillo

Preparación

  1. Pela los calabacines. Córtalos longitudinalmente (a lo largo) por la mitad y después en medias lunas.
  2. Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto.
  3. Cuando el aceite esté bien caliente, añade el calabacín, la cebolla, la sal y la pimienta. Remueve de vez en cuando y cocina durante unos 10 minutos para que las verduras vayan soltando el agua y reduzcan su volumen.
  4. Baja el fuego. Cocina a fuego lento, removiendo de vez en cuando, durante unos 45 minutos hasta que las verduras queden muy tiernas y no quede nada de líquido. ¡La clave de esta receta está en tener paciencia!
  5. Por último, casca los huevos directamente sobre la sartén y remueve suavemente con una espátula para integrarlos con las verduras y que se cuajen poco a poco. Intenta que los huevos no se cuajen del todo, sino que se queden un poco melosos.
  6. Aparta la sartén del fuego y deja reposar durante unos 5 minutos. ¡Y ya está listo! Sirve el zarangollo inmediatamente para que no se enfríe. Puedes acompañarlo con unas rebanadas de pan tostado.
  7. Una vez se haya enfriado del todo, guarda el zarangollo que te sobre en un recipiente hermético en la nevera y aguantará perfectamente unos 4-5 días.

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